domingo, 14 de abril de 2013
Ausencia
Ha sido grato para mi saber que nuestra ausencia no ha pasado
desapercibida y agradezco de verdad los comentarios que nos han llegado.
Por supuesto que escribo en plural considerando a mi esclava y a mi en conjunto.
Hemos
estado ausentes una temporada permitiendonos tener otras experiencias
mas vainilla, de parejas cotidianas, o al menos tan normales como
podemos serlo. Entre convivir con la familia, divertirnos juntos, pasar
algunas noches con los amigos, etc. Nada suficientemente especial como
para compartirlo particularmente.
He de confesar que en
esta temporada de ausencia ocurrió un accidente que nos dejo bastante
impactados. Había atado a mi esclava con un listón bastante grueso,
tanto del cuello, por la espalda sus muñecas y brazos, hasta sus
tobillos; le había indicado que permaneciera en esa posicion sobre la
cama mientras yo salia a comprar algo que necesitabamos no demore ni 5
minutos. A mi regreso me sentí complacido de admirarla en la misma y
exacta posicion que la habia dejado. Por varias razones decidi
castigarla, intui la necesidad de que ella asumiera una posición mas
firme separando las rodillas, pero me aclaro que separarlas le lastimaba
un poco los tobillos por el listón; el caso es que al no cambiar a una
posición mas firme, a la segunda bofetada ella se inclino sobradamente
hacia un lado y le gano el peso cayendo de la cama, al estar atada no
pudo "ni meter las manos". Nos llevamos un susto bastante intenso, por
fortuna no hubo ninguna herida sobresaliente, solamente un moretón y un raspón, que tratamos unas 2 semanas antes de que se aliviara y
desapareciera; mientras se recuperaba solo hubieron mimos y apapachos,
ayudarla un tanto a ponerse los swetter y blusas.
Muy
aparte de lo anterior. Este tiempo de ausencia ha sido una experiencia
curiosa, demasiado, por que ha dejado en evidencia mi subconsciente
Dominante. Resulta que mi esclava jura que algunas noches mientras
dormimos, de pronto y de la nada, me "despierto" y la someto o la bofeteo
para poseerla, y lo mas curioso del asunto es que yo no tengo recuerdo
alguno de esas ocasiones. Justo anoche ha vuelto a ocurrir, que mi
esclava se despierta de un bofeton demandante de que cumpla con su
obligacion de complacer y que no se consuma debido al obvio hecho de que
yo estoy dormido; haciendo memoria, ni tengo recuerdo de haberlo hecho,
ni de haberlo soñado algo semejante.
Es una verdad
confesa que no soy muy afin para la excitación sexual, podría decir que
es muy difícil provocarme sexualmente; y en todos estos años anteriores a
vivir con mi esclava, suponía este hecho como una ventaja que me
permitía facilidad para no ser infiel. Tampoco soy tan mayor a mis 27
años como para considerarlo alguna clase de deficiencia. Pero
actualmente siento que se a convertido en un inconveniente que frustra a
mi esclava en sus momentos de espontaneidad erótica. Afortunadamente
tenemos certeza de que someterla me provoca el libido con avidez y
facilidad.
Finalmente, creo que este tiempo me ha enseñado
que disfruto mucho de ver mi esclava contenta y aun mas cuando la veo
divertirse, me llena de una emoción que podría llamar "plenitud".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo primero y si me lo permite con el mayor de mis respetos y el cariño que ambos merecen, les doy la enhorabuena por regresar. Mi Señor y yo les extrañabamos mucho, . Y decirle si me lo permite, que no puedo por menos que sentirme siempre identificada con su esclava y con la relación que ambos tienen. Mi Amo y yo disfrutamos de algo similar.
ResponderEliminarEl hecho de lo diferente de su excitación, es eso, que es una relación "diferente" al mundo vainilla, pero que yo, como esclava no puedo por menos que alabar y reconocer propia de todo un Caballero Dominante.
Un enorme beso para su preciosa esclava ( la cual confío ya recuperada...ejem, a otras nos ha pasado algo parecido), y mis respetos siempre con admiración hacia usted.